Dolores Redondo y Pérez Gellida tratan de huir de los estereotipos de las trilogías y de la novela negra y policíaca

Los escritores Dolores Redondo y César Pérez Gellida han explicado este lunes que, pese a que sus novelas 'El Guardián Invisible' y 'Memento Mori', pueden tener la etiqueta, respectivamente, de 'thriller' y 'novela negra', y son el inicio de sendas trilogías, prefieren intentar "huir de los estereotipos" que habitualmente se identifican con este tipo de publicaciones.
Los novelistas Dolores Redondo y César Pérez Gellida
Los novelistas Dolores Redondo y César Pérez Gellida
EUROPA PRESS
Los novelistas Dolores Redondo y César Pérez Gellida

Los escritores Dolores Redondo y César Pérez Gellida han explicado este lunes que, pese a que sus novelas 'El Guardián Invisible' y 'Memento Mori', pueden tener la etiqueta, respectivamente, de 'thriller' y 'novela negra', y son el inicio de sendas trilogías, prefieren intentar "huir de los estereotipos" que habitualmente se identifican con este tipo de publicaciones.

Redondo y Pérez Gellida han mantenido un encuentro con periodistas este lunes, antes de participar en una mesa redonda de la Feria del Libro de Valladolid, en el que han explicado algunos aspectos de la construcción de sus novelas así como la situación actual de un género de novela "policíaca-negra-thriller" que se encuentra en auge desde hace cinco años.

Precisamente, como ha apuntado el vallisoletano Pérez Gellida, está "encantado de estar dentro de esa corriente" motivada en buena parte por la "novela nórdica", si bien ha apuntado que comenzó a redactar el texto sin pensar que sería una novela negra, pero más bien "se fue tintando".

En todo caso, ha explicado que no considera que siga la "ortodoxia" de esta modalidad, ya que habitualmente se plantea el crimen, se presenta a los personajes, se desarrolla la investigación y se descubre al asesino para concluir. Sin embargo, 'Memento Mori' es una obra que incorpora aspectos "muy distintos" como las canciones y la poesía como "vehículos" para poner al lector en el punto de vista del asesino, un sociópata "con imposibilidad de empatizar con otras personas".

Mientras tanto, en el caso de 'El Guardián Invisible', de optar por una etiqueta, su autora se inclinaría por el 'thriller' aunque también presenta diferencias con respecto a un estereotipo general, pues por ejemplo no se encuadra en un entorno urbano, sino en un ambiente rural, en el valle navarro del Baztán, al tiempo que su protagonista "no es el típico inspector de Policía amargado en su vida personal", sino que se trata de una mujer, Amaia Salazar, que vive una vida normal con su familia.

Documentación policial

El punto de vista policial se ha afrontado de maneras distintas. Por un lado, Redondo ha reconocido que no es "excesivamente partidaria de la documentación minuciosa", sino que prefiere escribir y cuando el trabajo está cerca de la conclusión consultar con un especialista, como fue en este caso un portavoz de la Policía Foral de Navarra, que le dio "alguna pista".

Mientras tanto, Pérez Gellida ha destacado que tuvo la oportunidad de contar con el asesoramiento de un inspector de homicidios que le permitió "entender mejor los métodos" y que "se ha involucrado mucho". De hecho, ha recalcado que la forma de trabajar de estos investigadores "no tiene nada que ver con lo que se consume habitualmente, sobre todo en los medios audiovisuales".

De hecho, Dolores Redondo ha considerado que los efectivos policiales pueden estar satisfechos con el retrato que ha realizado de las fuerzas del orden, ya que la Policía Foral le concedió una 'metopa de Honor', ante lo que Pérez Gellida ha ironizado con que siente "envidia".

En cuanto al perfil de los asesinos, también necesario en esta novela, Pérez Gellida ha apuntado que quizás Augusto Ledesma lleva un mayor peso de protagonismo en 'Memento Mori', así, ha detallado que ha tratado de no hablar de "buenos y malos" ya que se trata de un sociópata que vive una realidad particular en la que "reacciona a los estímulos de forma distinta al resto de personas". También ha detallado que ha tratado de esbozar motivos por los que una persona puede terminar por caer en este trastorno.

Pérez Gellida y Dolores Redondo han bromeado con la posibilidad de que alguno de ellos esté "zumbado" para imaginar las situaciones en las que se producen los crímenes, pero la escritora guipuzcoana ha incidido en que su empeño en la novela no se encamina a "poner una bolsa en la cabeza" a las víctimas, sino a resolver los crímenes y "parar al asesino", ya que ha recordado que de pequeña "siempre era policía" en los juegos infantiles.

Ambos autores lanzarán próximamente los segundos episodios de las trilogías, si bien el escritor vallisoletano se encuentra más avanzado en el trabajo, pues 'Dies Irae' ya se encuentra en poder de la editorial —Suma de Letras— y previsiblemente estará a la venta en otoño de 2013. Pero los dos se han mostrado de acuerdo al reconocer que los propios sellos contribuyen a poner la "etiqueta" de trilogía, pues ninguno de los dos tenía intención inicial de escribir tres libros con el mismo argumento.

Valladolid y elizondo

Pero los escenarios también juegan un papel notable en las primeras obras. Para César Pérez, la elección de Valladolid era "lo más cómodo", ya que ha vivido hasta el pasado año en la ciudad, antes de trasladarse a Madrid y conoce los emplazamientos, pero ha aseverado que ya para el segundo episodio del ciclo la trama se trasladará a Trieste (Italia) y Belgrado (Serbia). De hecho, ha recalcado que, aunque parezca lo contrario, se pueden encontrar "rincones que encajarían en cualquier obra de Raymond Chandler o en una novela negra clásica".

Por su parte, Dolores Redondo ha detallado que escogió Elizondo, en el valle del Baztán, un lugar que no conocía en profundidad, porque tenía en mente abordar las "sociedades matriarcales" que se han dado tradicionalmente en la costa cantábrica y, como es el caso, en el Pirineo. Además, ha apuntado que esta zona estuvo "muy marcada por la brujería" y fue el origen "de los primeros vascones", que en ese entorno de "bosques y potencia natural", "cuesta poco entender que fueran casi druidas".

Al margen de sus novelas, han coincidido en reclamar una regulación para el libro electrónico que impida la descarga gratuita. Eso sí, mientras Pérez Gellida ha apuntado al libro electrónico como una "oportunidad de negocio" gracias a su comodidad y a la posibilidad de "llegar a mucha más gente", Redondo ha defendido el libro tradicional de papel, ya que "a mucha gente, después de estar todo el día delante de una pantalla, no le apetece ir a otra".

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